/LA DIFICULTAD DE NUESTRA GALICIA PARA CON NUESTROS MAYORES
De todos es sabido que las tareas de Ayuda a Domicilio a Personas Mayores y Dependientes son tareas de una ejecución harto compleja. No debemos olvidarnos que estamos tratando con personas, que en muchos casos ni se enteran por desgracia de quien les está haciendo esos trabajos.
Esto en Galicia, debido a nuestra orografía, a la dispersión de la población y a cada vez más inevitable, o eso parece, al envejecimiento de la población y a la longevidad de nuestros mayores, ocasiona problemas muy serios que bajo mi punto de vista deben ser afrontados de cara y con relativa urgencia. Los trámites burocráticos para conseguir un reconocimiento de grado de dependencia se alargan en exceso en el tiempo. En muchos puntos de nuestra Comunidad Autónoma resulta casi inviable poder hacer el servicio solicitado. Primero por la grave falta de mano de obra cualificada para esto y lo poco atractivo para otros/as del propio trabajo, tanto por sus quehaceres habituales como por su remuneración económica.
Las administraciones, entiendo que le tendrían que darle una vuelta a todo esto. Nombrar a un equipo externo a la propia administración y que este realizase un trabajo de campo minucioso de la realidad que estamos padeciendo las empresas que nos dedicamos a esto y sobre todo, y lo más preocupante, los propios usuarios. Actualmente, hablo de nuestro caso en particular pero me imagino que será el mismo o muy similar al de todas las empresas acreditadas del gremio, tenemos que dejar a muchas personas sin atención por imposibilidad para poder cubrir esa demanda. Son casos, que por desgracia, pasaron de puntuales a habituales.
Debemos trabajar todos de la mano, empresas, auxiliares y administraciones para poner una solución a este tipo de daño por el cual hay muchísima gente afectada, gente que de verdad lo necesita. Con una reunión de todas las partes y ganas de trabajar a esto se le podría poner freno. Si no hacemos nada, en un periodo corto de tiempo tendremos una gran cantidad de mayores olvidados y solos en los pueblos y aldeas de Galicia sin que tengan a quien echarle mano. El campo está sufriendo una despoblación a pasos agigantados, los jóvenes se van a la ciudad en busca de solución a sus vidas y una gran parte por desgracia tampoco lo consigue.
El modo de vida ha cambiado mucho y a la velocidad de la luz de unos años atrás hasta nuestros días. Los jóvenes son capaces de asimilar estos cambios porque son como esponjas y pueden absorver todo lo que llega pero los mayores, por desgracia, no van al mismo paso, es más muchos se quedaron anclados en los años pasados y no da crédito a todo lo que se le viene encima.
Creo, que si todos tomamos conciencia de todo esto todavía se le podría encontrar una solución. Lo primero, como pasa en todos los aspectos de la vida, es el dinero. La capacidad de financiación es primordial para que todo esto tire. No necesitamos promesas banales sino hechos reales. Un verdadero gestor que coja el toro por los cuernos y sepa dedicar cada céntimo a lo que realmente hace falta. Hay partidas que no se entienden muy bien para que están y las que realmente son necesarias para poder tener una calidad de vida decente se dejan de lado.
No creo que todo esto sirva para mucho, estamos a disposición de todo el mundo que quiera aportar y trabajar en post de un gremio bien estructurado y con un funcionamiento ejemplar. Las empresas para mantenerse necesitamos tener un beneficio de nuestra actividad y también entendemos que la gente que trabaja con nosotros debe tener una remuneración acorde con la responsabilidad que afrontan día a día en su trabajo.
Puede sonar a pataleta, pero creo hablo de una necesidad muy urgente y beneficiosa para nuestros mayores. No debemos olvidar que sin ellos no estaríamos por aquí dando guerra.
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