Partiendo de la base de que el buen trato es universal y no tiene edad, hay que promover siempre el respeto a la dignidad de la persona. En el caso de la vejez se debe dignificar esta etapa de la vida proporcionando una atención y cuidado adecuados tanto por parte de la sociedad, los profesionales, los medios de comunicación y sobre todo la familia.
Tal y como establece la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología los principios que hay que seguir a la hora de ofrecer un óptimo trato y asistencia a las personas mayores son:
Valoración y reconocimiento
Tanto a nivel individual como comunitario e institucional. Es decir, valorar como ser humano y como persona.
Comunicación
Preguntar, escuchar y conocer lo que necesita cada individuo. Simplemente es ponerse en el lugar del otro.
Adaptación e individualidad
Para recibir una atención individual centrada en la persona.
Autonomía personal
Tomar decisiones o tener el control sobre lo que nos afecta.
Calidad de vida y bienestar
Ofrecer unas condiciones de vida apropiadas que favorezcan el bienestar en todas las áreas y la satisfacción personal.
Igualdad
La edad o las diferencias personales no tendrán que ver en el tratar bien.
Identidad
Desde el punto de vista del individuo y como colectivo.
Libertad
De expresión, de opinión, de pensamiento, de valores y creencias y de movimiento.
Dignidad
Garantizar una seguridad en la familia, en los centros sociales y sanitarios y en la atención individualizada de los profesionales. En definitiva, hay que cubrir sus necesidades básicas y su salud.
Negociación
Con el fin de encontrar alternativas y soluciones a las dificultades.
Decálogo para dar un buen trato en la tercera edad
- Respetar, por derecho y con deberes. Sin discriminación por razón de edad, de enfermedad, dependencia o discapacidad, ideología, nivel cultural o económico, creencias religiosas o lugar de residencia. Asimismo, las personas mayores serán responsables de practicar el buen trato.
- Cumplir con los principios bioéticos que son: no maleficencia (no provocar daño), justicia, autonomía y beneficencia (hacer el bien).
- Garantizar el bienestar y la calidad de vida con unas condiciones de vida adecuadas.
- Informar, comunicar y valorar. Es importante confirmar que la persona mayor comprende la conversación.
- Preservar la identidad y dignidad personales respetando la opinión, costumbres y hábitos que sean saludables.
- Adaptar y reforzar con medidas y recursos que compensen los déficits.
- Formar y animar a aprender. El proceso de la vejez requiere también de formación para lograr un envejecimiento activo y saludable.
- Proporcionar acompañamiento y presencia para evitar situaciones de aislamiento o soledad.
- Facilitar el acceso a las nuevas tecnologías teniendo en cuenta sus necesidades y posibles dificultades sensoriales, de acceso y utilización.
- Pedir ayuda. Se trata de no tener una sobrecarga en los cuidados para no caer en un trato inadecuado. Es clave tener una actitud positiva, saludable y con apoyos por parte de los servicios sociales y profesionales.
En O Caneiro ofrecemos servicio de atención y cuidados a la tercera edad conjugando la proximidad y el cariño del trato familiar con el saber hacer de las manos expertas. El cuidado personalizado está garantizado.
“El apoyo que necesitas, cuando más lo necesitas”.
Fuente: Sociedad Española de Geriatría y Gerontología
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